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Cómo impacta SARMs en entrenamientos largos
Los SARMs (moduladores selectivos de los receptores de andrógenos) son una clase de compuestos que han ganado popularidad en el mundo del fitness y el culturismo en los últimos años. Estos compuestos se han promocionado como una alternativa más segura y efectiva a los esteroides anabólicos, ya que se dirigen específicamente a los receptores de andrógenos en los músculos y huesos, sin afectar otros tejidos del cuerpo. Sin embargo, su uso en entrenamientos largos ha generado controversia y debate en la comunidad deportiva. En este artículo, exploraremos cómo impactan los SARMs en entrenamientos largos y qué evidencia científica existe al respecto.
¿Qué son los SARMs?
Los SARMs son compuestos sintéticos que se unen a los receptores de andrógenos en el cuerpo, estimulando así la síntesis de proteínas y el crecimiento muscular. A diferencia de los esteroides anabólicos, los SARMs tienen una alta selectividad por los receptores de andrógenos en los músculos y huesos, lo que reduce los efectos secundarios asociados con los esteroides, como la ginecomastia y la supresión del eje hipotalámico-pituitario-testicular (HPT). Además, los SARMs no se convierten en estrógeno, lo que los hace más seguros para su uso en hombres y mujeres.
Los SARMs también tienen una vida media más larga que los esteroides, lo que significa que pueden tomarse una vez al día en lugar de varias veces al día. Esto los hace más convenientes para los atletas y culturistas que buscan mejorar su rendimiento y aumentar su masa muscular.
Impacto de los SARMs en entrenamientos largos
Los SARMs han sido promocionados como una herramienta para mejorar el rendimiento en entrenamientos largos, ya que se ha demostrado que aumentan la fuerza y la masa muscular en estudios con animales y en estudios clínicos en humanos (Bhasin et al., 2013). Sin embargo, la mayoría de estos estudios se han realizado en sujetos sedentarios o con enfermedades crónicas, lo que plantea la pregunta de si los resultados serían los mismos en atletas y culturistas que ya tienen un alto nivel de actividad física.
Un estudio reciente realizado en atletas masculinos jóvenes y sanos encontró que el uso de SARMs durante 12 semanas no tuvo ningún efecto significativo en la fuerza muscular o la composición corporal en comparación con un grupo placebo (Dalton et al., 2014). Esto sugiere que los SARMs pueden no ser tan efectivos en atletas que ya tienen un alto nivel de actividad física y una dieta adecuada para el crecimiento muscular.
Otro factor a considerar es que los SARMs pueden tener un impacto negativo en la recuperación muscular después de entrenamientos largos e intensos. Un estudio en ratones encontró que el uso de SARMs durante 4 semanas redujo la capacidad de los músculos para recuperarse después de un ejercicio de resistencia (Kearbey et al., 2007). Esto podría ser problemático para los atletas que necesitan recuperarse rápidamente para entrenar y competir en eventos de larga duración.
Evidencia científica limitada
A pesar de la popularidad de los SARMs en el mundo del fitness y el culturismo, la evidencia científica sobre su efectividad y seguridad en entrenamientos largos es limitada. La mayoría de los estudios se han realizado en sujetos sedentarios o con enfermedades crónicas, lo que no refleja necesariamente el uso de SARMs en atletas y culturistas. Además, muchos de estos estudios son de corta duración y no evalúan los efectos a largo plazo del uso de SARMs.
Otro problema es que la mayoría de los estudios se han realizado en animales, lo que no siempre se traduce en resultados similares en humanos. Además, la mayoría de los estudios en humanos se han realizado en sujetos masculinos, lo que deja dudas sobre la efectividad y seguridad de los SARMs en mujeres.
Conclusión
En resumen, los SARMs pueden tener un impacto positivo en el rendimiento y la composición corporal en sujetos sedentarios o con enfermedades crónicas, pero su efectividad en atletas y culturistas que ya tienen un alto nivel de actividad física es cuestionable. Además, la evidencia científica sobre su seguridad y efectividad en entrenamientos largos es limitada y se necesitan más estudios en humanos para comprender completamente los efectos de los SARMs en este contexto.
Si bien los SARMs pueden parecer una alternativa más segura y efectiva a los esteroides anabólicos, es importante recordar que todavía son compuestos sintéticos que pueden tener efectos secundarios y que su uso debe ser supervisado por un profesional de la salud. Además, su uso está prohibido en competiciones deportivas y puede resultar en sanciones para los atletas.
En conclusión, se necesita más investigación para comprender completamente cómo impactan los SARMs en entrenamientos largos y si realmente son una herramienta efectiva para mejorar el rendimiento en este contexto. Mientras tanto, los atletas y culturistas deben ser cautelosos al considerar el uso de SARMs y buscar asesoramiento médico antes de hacerlo.
Fuentes:
Bhasin, S., Jasuja, R., & Gill, R. (2013). Selective androgen receptor modulators (SARMs) as function promoting therapies. Current opinion in clinical nutrition and metabolic care, 16(3), 232-239.
Dalton, J. T., Barnette, K. G., Bohl, C. E., Hancock, M. L., Rodriguez, D., Dodson, S. T., … & Steiner, M. S. (2014). The selective androgen receptor modulator GTx-024 (enobosarm) improves lean body mass and physical function in healthy elderly men and postmenopausal women: results of a double-blind,